Cartillas para la paz

El principal objetivo de la Editorial Aula de Humanidades es consolidar su práctica editorial como forma de magisterio. Por ello, desde el 2016 su equipo de investigadores ha estado desarrollando el proyecto de Cartillas escolares para la Cátedra de la paz. En este proyecto, la motivación de la Editorial no sólo parte de la implementación que exige el Estado colombiano, a partir de la Ley 1732 de 2015[1], sino de la necesidad de desarrollar contenidos educativos que permitan el diseño de entornos de formación para la paz. Esto desde estudios y reflexiones didácticas y filosóficas que exigen una educación para la paz en Colombia hoy.

El equipo conformado en esta investigación concibe la paz como un proceso, una aspiración, no como un punto de llegada o un estado de ausencia de conflicto o violencia, o de aquello que se considere su estado opuesto. La paz no se logra mediante un decreto o la implementación de una cátedra; aunque éstos constituyen una posibilidad de generar un campo de trabajo, una disposición de entornos formativos que supere la instrucción y las declaraciones de buena voluntad para lograr un estado preconcebido sobre lo que debe o no debe hacerse en procura de tal ideal. La paz según se comprende en el proyecto es la resolución de conflictos por los medios más razonables y racionables.

En la práctica pedagógica muchas veces se hace borrosa la frontera entre la formación y la moralización y se deja en entredicho la eficacia que puedan alcanzar las propuestas e intervenciones educativas generadas. Desde esta perspectiva, se ha identificado un vacío de conocimiento respecto a la conceptualización que subyace o soporta el material didáctico disponible hasta ahora en el mercado —cartillas para la paz—, producto del decreto en mención del año 2015. La forma como se conciben los sujetos que participan de los entornos formativos —niño, padre de familia, maestro, comunidad—, la idea del Estado —de la gramática jurídico-política, de la paz, de la convivencia, etc.—, la concepción sobre el límite y la manera en que operan unos y otros dentro de un sistema, de igual modo, los enfoques de enseñanza, el aprendizaje y su materialización en la didáctica, son asuntos que se han investigado en la Editorial para comprender, en primer lugar, el estado de la práctica de la enseñanza de la paz —el caso de las cartillas—; y, consecuencia de lo anterior, para proceder al diseño y puesta en marcha de una propuesta conducente a la creación de entornos de formación para la paz, en consonancia con los objetivos declarados por el decreto que orienta su implementación: «La cátedra pretende que los niños, niñas y jóvenes aprendan principios y valores básicos sobre la reconciliación, la solución amigable de los problemas y respeto por los derechos humanos» (MEN, 2017).

[1] Que establece la Cátedra de la paz como asignatura obligatoria en básica y media en todas las instituciones educativas del territorio colombiano. En la página web del Ministerio de Educación Nacional se plantea que el objetivo principal de la cátedra es «crear y consolidar un espacio para el aprendizaje, la reflexión y el diálogo sobre la cultura de la paz y el desarrollo sostenible que contribuya al bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población».