Un ideario pedagógico

 

Los ciclos también dependen de la fuerza de los proyectos, de su autenticidad y de la convicción e identidad profesional de los docentes. Es la tercera dimensión que comprometió a la investigación: trabajar en las aulas a partir de proyectos generales en cada ciclo y proyectos particulares sugeridos por los estudiantes en el interior de los ciclos. No es algo novedoso. En los inicios del siglo XX, en Chicago, el filósofo Dewey propuso alternativas para una escuela que promoviera la construcción de ciudadanía y de democracia. Este filósofo cuestionó a la escuela que se encierra en sí misma e invitó a asumir los espacios escolares y sus entornos como un laboratorio abierto, lo cual es propio de las pedagogías que se apoyan en proyectos o en centros de interés o en preguntas afines a los entornos de las escuelas… no se trata de tomar prestados conocimientos sino de ponerlos en relación convergente según sean las demandas de los problemas en los proyectos; una cosa es trabajar con temas, o contenidos, y otra trabajar con los estudiantes alrededor de problemas. Los problemas reclaman el diálogo entre los campos; el análisis de problemas implica abordar temas o contenidos, pero una cosa es partir de temas y otra partir de problemas auténticos (los que vivimos los seres humanos en la cotidianidad). El horizonte de este libro es provocar reflexiones sobre los Campos, los ciclos y los proyectos en educación a partir de la experiencia de investigación en referencia.