Las editoriales persisten en su lucha por no desaparecer del mercado cultural e incluso han nacido otras con impulsos novedosos. Tal es el caso de la Editorial Aula de Humanidades, creada a finales de 2014 en Bogotá —Colombia— por un grupo de maestros y filósofos que conciben la edición como una forma de magisterio, es decir, indesligable de la formación tanto de los lectores como de los autores y editores que convergen en torno al libro.
Los dos objetivos principales de Aula de Humanidades pueden resumirse así: 1) hacer libros de calidad que honren al autor y su derecho patrimonial, salvando los costos editoriales, para que lleguen a los lectores al menor costo posible —en su versión impresa— y en acceso abierto —en su versión digital—; y 2) promover actividades de formación de editores y autores.
Desde que empezó Aula de Humanidades se ha asumido la idea de que el libro no es un objeto sacro, dispuesto sólo para las clases privilegiadas. Allí se trabaja a diario para desmontar el mito de que un autor es quien, en un destello de genialidad, ha concebido un manuscrito —aunque, por supuesto, se reconoce el esfuerzo y el talento como elementos indispensables de la creación—. Por todo lo anterior, las actividades en la Editorial van más allá de la producción del objeto libro, sin olvidar que éste es su razón de ser.
En resumen, en Aula de Humanidades se generan entornos para la formación de autores a partir de una concepción subversiva del esquema entrega de manuscrito–producción de un libro. Los editores —mujeres y hombres, de conocida o emergente trayectoria— acompañan a los autores en la creación de sus libros de literatura, filosofía, educación, política y otros temas del campo de las humanidades. Los correctores y editores, además, aprenden constantemente sobre las grandes preguntas y retos de la industria editorial.